MORIREMOS MIRANDO

No es mía la frase.

La tomo prestada de García Alix para celebrar la muerte.

Hoy es lo que hay. Es lo que somos. Y en polvo nos convertiremos…
Porque nadie ha vuelto, realmente, para contárnoslo.

Así que mientras, vivimos. Y cuando llega la hora, los que quedamos, lloramos.
Por miedo. Por amor.
Mientras cerramos los ojos de los muertos para que no nos reflejen.
Aunque esa muerte, natural o violenta, esquivándola o deseándola; la hayamos analizado, razonado, aceptado y hasta alguna alma -elevada o en pena-, voluntariamente practicado…
Pero tampoco ha vuelto para contarlo.

Para hablar de la muerte están los vivos.

Aunque alguno ya criando malvas, haya trascendido y haya más de uno muerto en vida mientras otros muriendo, se agarran a vivir. Los restantes, cual zombis, pasamos los días. También los festivos.

Entretanto, sobrevivimos entre fantasmas y algún que otro vampiro; entre los farsantes de verdad y los de ficción. Y si bien nadie ha vuelto para contarlo, todo depende de cómo se cuente.

Así que siempre, nos quedarán los resucitados…

Uno de ellos, el más célebre y tiempo ha, otorgó sentido a la muerte.
Su testamento es la mejor serie de historias basadas en hechos reales.

Otros, un grupo de franceses y en estos tiempos, revolucionan las series acercándose a la muerte como nunca nos la habíamos planteado (ni visto), demostrando que hay vida más allá de la BBC y lo made in USA.

Desde lo mas remoto de los tiempos…
El trato con los muertos tiene truco.
Los angloparlantes con calabazas cuando los mexicanos con tequila y narco-rancheras. Pero ahora que todo el mundo habla inglés y el naranja es el nuevo luto, los budistas continúan realizado entierros aéreos para que los buitres se alimenten con los cadáveres de los familiares fallecidos… Que limpiamos y amortajamos, aquí y allá, para luego ocultarlos en un ataúd, quemarlos en una pira o crematorio, guardarlos en un jarrón, bajo una lapida o exponerlos al sol; cerca del cielo, donde dicen, está el paraíso y no aquí en la tierra…

A la que volvemos, siempre.
De una manera u otra. Con una u otra fe.

Monedas, piedras, cruces; en la cabeza, sobre los párpados, bajo la lengua… fichas para alcanzar el más allá. Hasta sirvientes vivos entre momias y tesoros.
En fin; el fin.

Sin embargo, de la reencarnación, nada ni nadie. Y de las mascotas estirando la pata, ni mú.

Lo dicho, the end.

Si sois de acá y pasáis los cuarenta -con más de un velatorio en casa y funeral de amigo ya vivido- y además, heredáis un pasado católico-familiar, recordareis velas de iglesia en la cocina y ramos de cementerio en las tumbas.
Por las ánimas.
El Día de Todos los Santos.

Ese era el pacto y la tradición. Para honrar el pasado. Para recordarlo.
Aunque ya se sabe que la memoria ficciona y suelen prevalecer la versión de los vencedores.

Pero en este eterno presente, el duelo se mantiene en el Facebook y la madre de Marilyn Manson está orgullosa de que su hijo, por fin, es uno más… Mientras nos disfrazamos para reírnos del susto o asustarnos de risa.

Welcome Halloween!

Porque pa’ qué sufrir, si lo tenemos seguro y todos vamos a pasar por el trance… Que el espectáculo continúe!

Que aquí estamos dos días y no siempre toca festivo.

HABITUÁNDOME 

Han pasado más de 21 días desde mi primer y ultimo post; mas, muchos más.

Según un spot, son los necesarios para pasar de proyecto a hábito. Y ya se sabe que si sale en la tele será verdad, pero es anuncio; así que ni mentira ni verdad, con letra pequeña y a toda pastilla. Es publicidad, nada personal.

También es lo que tardan las células humanas en renovarse. Y son las vidas ficticias de Samantha Villar cada tres semanas (aunque tras la primera temporada, pasaron de sueño a rutina televisiva)

Voy habituándome a mi nueva condición mitad realismo, mitad ficción; ficcionitis, pues…

Así que pensé colgar un especial el día de la Hispanidad, analizando series hispanas y españolas. No sólo aquellas con presencia spanglish y que según se mire, homenajean o parodian al culebrón toda la vida; con su origen en el mismísimo principio de las series en general – I love Lucy, allá por los’50 con cubano de por medio- y las telenovelas en particular. En poco tiempo hemos pasado de personaje anecdótico y normalmente cómico a obvias producciones a lo latino. Ocurre lo mismo con los negros -perdón, de color; con perdón, afroamericanos- y series evidentemente Black-ish.

Así que pensé en Betty la fea (a la par que Yo soy Bea) y Jane, the Virgin; y por ende, en los seres queridos y en la institución familiar -de lo que más traumas crea en vida y en la muerte-, siendo a los que más lloramos. Por miedo. Por amor.

Porque una, a priori, no se apena por la muerte de un ’jo puta ni espera encontrase en el cielo.

Y derivé hacia Modern Family que aunque va de sarcástica, la colombiana se me queda en cliché. Pero que hablen de ti aunque sea… burlándose (de las minorías) o riendo al susto (de la aceptación) Que ya se sabe, que si sale en la tele será verdad…

Sucedió con los gays y está pasando con los trans (actualmente en el paraíso con Transparent) Entretanto -y en un limbo de series-, surgen apariciones de discapacitados…

Así que voy matando el tiempo y la soledad, mirando las respectivas series que tendrán post en un futuro. Asimismo y próximamente, otro Made in Spain, reflexionando sobre el fiasco de Refugiados y la sorpresa de Mar de plástico y Bajo sospecha (The Killing a la española); y analizando el gran hallazgo de Vis a Vis (superando a la copia americana, Orange is the new black y la gozosa apuesta de ¿Qué fue de J.Sanz?

Pasó Halloween y la víspera de todos los santos. Y he estado a punto de fenecer.

Por impuntual a muerte y cierto clasicismo que va saliendo con la edad. Como me sale más natural el ‘día de El Pilar’ que ‘de la Hispanidad’. Pero llegó Évole y lo abordó.

Y aunque yo he estudiado en colegio de Castelló, se me quedó pendiente alguna entrevista a directivos, guionistas y productores televisivos que fueron estudiantes del mismo centro, llegando a Compañeros y Más que amigos; y decidiendo la versión de los hechos en niños robados y adolescentes desaparecidas, o qué parte de la historia ves de los reales antepasados… Que todo depende de cómo se cuente… y para manipulación de la nación, la noche temática de la2 y la autocrítica de la Fox.

http://www.rtve.es/television/20150317/noche-tematica-atencion-mensaje-subliminal/664281.shtml

https://m.youtube.com/watch?v=dc-b0vTRCv0

Caducaron, pues, los feria-dos de vírgenes y/o militares. Y Ana Diosdado, murió.

A ella se le paró el corazón. A mi el blog… De series y flexiones ficticias; vitales, aún éste… Hablando de muerte para volver a la vida.

Este es mi humilde y merecidísimo homenaje. Una vez publicado, 30 días habrán pasado.

Hace un mes que se fue, que nos dejó. Y no quisiera olvidarla ni dejar de mencionarla. Porque como bien dice J. Marías en “Mañana en la batalla…”, cada vez que se nombra a un difunto, lo traemos a la vida. Le resucitamos.

Suyos fueron los ’80 y no solo en el teatro. Personalmente, le estoy muy agradecida; me regaló momentazos tanto en la tele como en las tablas y aunque por la época de Naranjito ya me gustaba; hoy en día, la entiendo mejor. Le admiro y valoro mucho más.

Autora, guionista, dramaturga y actriz, lo que se lee en Wikipedia. Madre y esposa, en la esquela. Así nos definen; si trasciendes por famos@ o por los genes.

Ya que el perro no va llamar al periódico para avisar que su solitaria ama ya no está. Y seremos olvido.

La Diosdado marcó la génesis de las nuevas series españolas (en una época grande con Cañas y barro, Turno de oficio, Ramón y Cajal, Tristeza de amor…), contando historias cercanas y cotidianas pero visionarias en temas y géneros, anticipándose a un estilo de series sobre curros y modernas familias. Creando personajes inmortales con irónicos diálogos y tramas valientes llenas de una mágica complicidad entre los protas y con el espectador.

De ella son dos de las series más míticas de la Televisión Española.

Una ficción que es realidad a día de hoy.

Anillos de Oro y Segunda Enseñanza rompieron tabúes y arriesgaron con el reflejo de una sociedad en una estrenada democracia. Bien a través de un bufete por la recién aprobada Ley del divorcio, bien en un colegio en época de yuppies.

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El adulterio, el aborto y la homosexualidad eran tratados con la naturalidad actual siendo temas novedosos y peliagudos por entonces. Fue de las primeras que expuso en televisión la libertad de elección y el papel femenino en la sociedad. Mostró la competitividad y la violencia, adelantándose al mobbing y bullying de estos tiempos (ya eternas noticias de telediario); y a esos hijos recibiendo las frustraciones de unos padres que comenzaban el caprichoso individualismo que llega hasta el selfie de hoy en día, donde los críos molestan a los progenitores hasta la muerte (literalmente)

Anillos de oro se estrenó en otoño de 1983 y se emitía los viernes después del 1, 2, 3… Todo un planazo televisivo.

Ahí queda la inolvidable banda sonora de Antón Garcia Abril, la ambientación de Gil Parrando y la primera experiencia televisiva de Pedro Masó (ahora algo antigua más que vintage)

Y contó con Inmanol Arias -omnipresente desde entonces-, que sigue en Cuéntame repasando la historia de España.

De Segunda Enseñanza (1986), queda en mi memoria persona y apuesto que en la colectiva, ese Jorge Sanz que se quita la vida por presión familiar en ¡el primer episodio!; y el retrato de una familia bien -como del Barrio de Salamanca pero en Asturias- con adolescente drogadicta.

Además, recuerdo a La Diosdado interpretando una profesora de historia y madre soltera con tendencia a la tristeza y la bebida, llamada Pilar.

Fue elegida una de las mejores series de aquel año en los EEUU, aunque aquí tuvo menos éxito que la de la pareja de abogados, donde el personaje dicharachero de la Diosdado se llamaba Lola (y me encantaba que fuera tocaya)

¿Susto o muerte? Casualidad catódica. Paranoia de ficcionitis.

http://elpais.com/diario/1986/01/23/radiotv/506818803_850215.html

http://elpais.com/diario/1985/05/10/radiotv/484524006_850215.html

Ana Diosdado, porteña de nacimiento, firmo algunos de los mejores guiones de la televisión española. Y aquí, su testamento.

http://www.rtve.es/television/20151005/ana-diosdado-chica-oro-tve-80/1232420.shtml

Esa Diosdado con una personalidad apabullante que igual hablaba sesudamente de política, religión y cultura que con ingenio, se hacia un Deluxe. Que confieso, vi. Y me perdoné. Igualmente con Sálvame; esa locura de patio de vecinos 3.0, que he visto cual terapia… Que de todo se sale… de la depresión, de la cárcel y hasta de Tele5.

Cierto que de la tumba, no. Nadie. Y en este caso, es una pena.

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Somos el reflejo de lo que vemos y la realidad esta en el ojo del quién mira. Pese a que de repente, un día cualquiera, hábil o natural, todos seremos huesos y polvo. Sin embargo, moriremos mirando…

Oremos.

¡Larga vida a La Diosdado!

¿OS PASA A VOSOTROS TAMBIÉN?

No se lo que me pasa últimamente; no dejo de confundir ficción con presente.

¿Serán las primeras consecuencias digitales en generaciones audiovisuales?
¿O quizás es algo más personal?

Cierto es que mi cerebro criado en lo analógico y a la antena de dos cadenas, no sintoniza bien SmartTVs y se marea ante el 3D y con los juegos virtuales. Pero además, entre las gafas progresivas y la presbicia, en este último par de años, todo se me difumina o me suena de memoria a revivals de VHS y UHF. Y entre que veo y no veo, y qué veo; y entretanto, no dejo de confundir la ficción con la realidad…

¿Os pasa a vosotros también?

Puede que sea la acumulación de horas frente a la pequeña pantalla. O el signo de los tiempos
Tal vez, he abusado de exposición ‘a la candela del televisor y me han hecho rehén las musarañas’ (como diría Vetusta Morla); soy de esos afortunados desempleados que podemos ir al día con las series de cualquier cadena en cualquier plataforma, y hasta incluso comparar informativos por si hay cambios de guión del presente.
El caso es que se me mezcla el telediario con mi dosis de ficción diaria.

Y algo hay; algo tengo… ¿Realidad aumentada?

Posible herencia de aquello de ‘si sale por la tele, debe ser verdad’

No concibo la vida sin Ficción; desde que tengo uso de razón. Y no hablo de la literaria -que también- sino de la televisiva; que dicen vive su edad de oro y se ha ganado la letra capital.
Para entender la realidad o para evadirla. Y para comprender la propia; porque como decía Twain, “lo que diferencia realidad y ficción es que ésta última, ha de tener sentido”
Y como decía Truffaut, “siempre he preferido el reflejo de la vida a la vida misma”
No concibo, pues, la vida sin Ficción.
Y como terapia, como ajuste de programación, lanzo este piloto, este primer post.

Games of Thrones

Games of Thrones

27S

Pero como no todo es política y no siempre se está pa’ comedias, decido distraerme con la ciencia ficción de la colorista e hipnótica ‘Utopia’, pero me devuelve la duda con noticias de farmacéuticas, vacunas no aceptadas e inoculadas y la Comunidad de Madrid.

Me siento en otro plano. Y no va de multi-pantallas o mundos virtuales; creo que se me ha ido el filtro, ya no distingo la diferencia de grano ni los pliegues del tiempo (que dirían en ‘Fringe’)
Y ya no se si Rajoy es el mismo personaje del plasma silencioso que el sonriente en las intimidades de la Moncloa…
¡A ver si la vida va ser producto de la imaginación y tengo que ponerme en auto-viral ‘buenos días, buenas tardes y buenas noches’ como Truman (el del Show, que no el de la non-fiction)!

Pasé el brote severo de ficcionitis con mi admirada ‘Operación Palace’ -fascinante, divertido y alternativo 23F del Évole-, pero no me lo creí. Pero cuando veo a la hermanísima imputada olvidando affairs, facturas y firmas, me vienen secuencias de ‘The good wife’; donde una esposa ejemplar apoya a su marido a pesar de sus infidelidades y corrupción política. Y aunque esta ‘buena esposa’ lo sabe y le abofetea tras los focos, el paralelismo del primer episodio (ante la prensa, de la mano y con sonrisa incluida) me recuerda al Duque emPalmado y a su parienta. Empiezo a preocuparme…
Y eso que he vivido un presidente de EEUU que salía en películas de vaqueros. Epoca de Nancys. Ya por entonces, las miraba en la tele y veía doble… Todavía en el Far West o con la suya en la Casa Blanca.
Pero la memoria, dicen, ficciona igualmente.

En fin, que mi desconcierto aumenta ante nuevos personajes tipo ‘Pequeño Nicolás, o cuando observo a Artur Mas golpear el atril (¿con su anillo?, ¿tocando madera?) tras anunciar el 9N.

Hoy 27S, se juega la independencia y la presidencia.
Y que mañana nos pille confesados; como a los de Volkswagen.

Pasará el día histérico e histórico.
Pase lo que pase… de verdad o de mentira. Y según nos lo cuenten…
Ya me veo viendo a un Mas a lo Underwood, mirando a cámara y corriendo por las Ramblas, financiado por unos automóviles, unas zapatillas o una joyería.
Que ahora, el tabaco está mal visto y publicitarlo mucho más…

Así que dejo el pitillo en el ceni y con la última calada aún en la boca, me despido hasta la próxima sintomatología que me gustaría compartir con vosotr@s ( y también consultaros)
Para terminar y como decía el gran Gasset en algún ‘Días de cine’: “Llega el momento de la publicidad. Disfrutad del cine si podéis; si no, también tenéis la música, la literatura o incluso la historia, a no ser que queráis ser presidente… ”

https://m.youtube.com/watch?v=wH_Ffh5aMuw